Los más peques hemos pasado ocho días disfrutando en Andéraz. Los amigos, la casa, la comida, los juegos, las veladas, las canciones, los talleres, la piscina, las excursiones, los monitores, las marchas… ¡Hay que vivirlo! Una experiencia inolvidable.
Nos trasladamos a los años 60-70 con el movimiento hippie, ¡Paz, hermano!
Un campamento lleno de actividades y momentos muy divertidos, pero sobre todo lleno de amigos y amigas nuevas: Nos lo hemos pasado genial y ya estamos deseando que comience Ju.Es. para volver a encontrarnos.
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